jueves, 22 de octubre de 2009

EL INICIO

Nuevamente la toma de la cámara como una regresión a la barbarie, ellos piensan, si es que a eso se le llama pensar, que la forma de hacer las cosas es por medio de la violación a la Ley.

Y en este punto nos encontramos cuando se pone en la mesa que la revolución podría estar regulada por la norma.

Hoy en día los políticos y la gente piensan y así lo actúan en que violando la Ley es que se pueden hacer las cosas, viejos dichos como "el que no tranza no avanza" se vuelven una filosofía de vida al fin que "no pasa nada".

El hartazgo esta en su punto más álgido pues la crisis y la impunidad se han convertido en una forma de vida de los mexicanos, ojo, que sigue sin ser aceptada por la mayoría y ese es el reclamo "nadie hace nada".

Sin pretender abundar mas sobre los temas ya tan tratados sobre lo jurídico, y solo para retomar lo enseñado en nuestra clase diríamos que en un principio imperaba la barbarie donde el hombre lo único que buscaba era sobrevivir, posteriormente empezaron los intercambios, luego hacer cosas en conjunto y con posterioridad la conciencia de no estar solo nos hace empezar a poner reglas para la convivencia armónica y entonces legar a los concensos o acuerdos hasta llegar a la constitución en primer término de una ley suprema que en su momento fue ocupada por un ser inhumano y que ahora se va traduciendo en la creencia sobre el estado de derecho que sin que sea cosolidada hasta el momento parece que ya va en decadencia.

Pongo en la mesa la idea de una nueva constitución lo cual ya se que no es nuevo, pero se me ocurrió que como en las sociedades mercantiles añadir cláusulas de extinción de la misma para que sea renovada y adecuada a las circunstancias y momento específico.

Igual suena repetitivo o descabellado pero hasta el momento no se ha propuesto algo concreto que resuelva el problema de la vigencia de la constitución.

Alejandro

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